Miel en polvo, beneficios para la salud
La miel es un alimento que se ha usado durante siglos por sus propiedades nutritivas y terapéuticas. El consumo de miel se remonta a 10.000 años a. de C. Hipócrates, considerado el padre de la medicina, la usaba para sanar diversas afecciones de la piel; también la utilizaban los egipcios para curar heridas, quemaduras, embalsamar los cuerpos y como parte de los alimentos que el difunto llevaba en su viaje al más allá.
Dependiendo de la variedad de las flores y del tipo de colmena, la miel ofrece más de sesenta sustancias diferentes. Destacan los azúcares, ácidos orgánicos (cítrico, láctico, fosfórico), vitaminas (C, B1, B2, B3, B5), ácido fólico, minerales (fósforo, calcio, magnesio, silicio, hierro, manganeso, yodo, zinc, oro y plata), aminoácidos esenciales, esteroles, fosfolípidos, flavonoides, polifenoles y enzimas.
Beneficios nutricionales
Otro de los impresionantes beneficios de la miel es su capacidad para mantener sano el corazón, ya que favorece la cantidad de sangre que llega al corazón a través de las arterias.
Disuelta en leche ayuda a aquellos que no pueden dormir y, gracias a la fructosa, nos ayuda a recuperarnos de los excesos del alcohol, ya que acelera la oxidación del alcohol en el hígado.
Energía Sana
La energía proveniente de la miel en polvo, se debe principalmente a la presencia de sus azúcares naturales: fructosa y glucosa. La glucosa es absorbida rápidamente y la fructosa de forma más sostenida. De este modo los niveles de azúcar se mantienen estables en nuestra sangre, mejorando nuestro rendimiento a todos los niveles y evitando la fatiga.
Por otro lado, produce un aumento en la irrigación sanguínea, lo que permite un mejor funcionamiento del cerebro: nos sentimos mucho más animados y concentrados.
Manteniendo las principales propiedades nutricionales de miel, la miel en polvo es una excelente alternativa de aportar saludabilidad a los productos en un presentación de fácil uso y manipulación.